Dispónganse a escuchar una voz que viene desde muy lejos en el tiempo… y se da para el futuro. Es una voz con raíces profundas y sale del corazón.
La música que abraza la voz que en este disco escucharán fue hecha con mucho amor. La voz es de una mujer mexicana nacida en Uruapan, estado de Michoacán, su nombre es Rocío Vega.
Un pajarito me contó, que Rocío nació cantando. Así como lo oyen, trinos y sones desde que abrió su boquita. Otra ave me dijo que su madre la recibió con cantos, que a su vez ella aprendió de su padre y él aprendió el canto de su abuela y ella de su abuelo y así hasta quién sabe cuándo nos vamos.
La cosa es que ella aprendió y que después enseñó lo que aprendió y ha seguido aprendiendo y enseñando, enseñando y aprendiendo.
Disfruten pues de esta música, fruto del talento, del trabajo y del amor, fruto con sabor de níspero, guayaba, mango, nuriti y aguacate cultivado de sol a sol.
OFELIA MEDINA